27 mayo 2013

El síndrome de Brugada


En un electrocardiograma, el bloqueo de rama derecha y la elevación persistente del segmento ST en derivaciones precordiales derechas debe hacernos sospechar un Síndrome de Brugada

El síndrome de Brugada, descrito por primera vez en 1992, se caracteriza por un patrón electrocardiográfico característico en precordiales derechas y la predisposición a presentar arritmias ventriculares y muerte súbita.

Este síndrome se incluye entre las canalopatías, trastornos eléctricos primarios que característicamente no asocian cardiopatía estructural concomitante.

Se describen tres patrones ECG distintos: 

a) patrón tipo I, caracterizado por una elevación descendente del segmento ST ≥ 2 mm en más de una derivación precordial derecha (V1-V3), seguida de ondas T negativas.

b) patrón tipo II, caracterizado por elevación del segmento ST ≥ 2 mm en precordiales derechas seguida de
ondas T positivas o isobifásicas, lo que confiere al electrocardiograma un aspecto de silla de montar.

c) patrón tipo III, definido como cualquiera de los dos anteriores si la elevación del segmento ST es ≤ 1 mm. 


Aunque los tres patrones pueden observarse en el síndrome de Brugada, incluso en el mismo paciente en momentos diferentes, sólo el tipo I se considera diagnóstico de la enfermedad.

El síndrome de Brugada se incluye entre lo que se conoce como canalopatías, esto es, enfermedades
producidas por alteraciones de los canales iónicos transmembrana que participan en el potencial de acción celular, cuya consecuencia es la predisposición a la aparición de arritmias.

Los pacientes con síndrome de Brugada permanecen en su mayoría asintomáticos. No obstante, se ha descrito que un 17-42% de ellos presentan síncope o MS como consecuencia de una arritmia ventricular en algún momento de su vida. La edad de presentación de los síntomas, especialmente de MS, se sitúa alrededor de la cuarta década de la vida y es más prevalente en varones que en mujeres.
Las arritmias en el síndrome de Brugada (y, por lo tanto, los síntomas) aparecen típicamente en situaciones de predominio vagal, como el reposo o incluso durante el descanso nocturno. 

El DAI es el único tratamiento de eficacia realmente demostrada en el síndrome de Brugada, por lo que al detectar un electrocardiograma con el patrón típico debe ser derivado a un servicio de cardiologia para estudio.  En general, se recomienda implantación de DAI a todos los pacientes que ya hayan sufrido síntomas y a los pacientes asintomáticos en quienes el EEF induzca arritmias ventriculares, especialmente si presentan patrón ECG tipo I de forma espontánea. En los pacientes asintomáticos, sin historia familiar de MS y cuyo patrón ECG tipo I sólo se documente tras la administración de fármacos bloqueadores del sodio, se recomienda realizar seguimiento periódico sin necesidad de EEF para su estratificación.



os dejamos este enlace con un video que vale la pena

Un informe de National Geographic difundió hace unos años, en Singapur entre 1982 y 1990 , la muerte de manera inexplicable de 235 trabajadores que provenían del noreste de Tailandia. Sus compañeros coincidieron en relatar que los fallecidos descansaban cuando empezaron a respirar con dificultad, emitir jadeos y mantener los puños cerrados. Ninguno había manifestado algún malestar con anterioridad. Su edad promedio era 33 años.

La medicina bautizó con el nombre de “síndrome de muerte súbita nocturna” (SUNDS) a estos episodios que desde muchas décadas atrás atemorizan a los hombres de varias comunidades asiáticas. En Tailandia llevan el nombre de Lai Tai (dormir y morir); en Laos,Dab tsog (espíritu de las pesadillas que oprime); en Filipinas, Bangungot (levantarse y lamentarse en el sueño); y en Japón, Pokkuri (muerte inesperada durante la noche).

En algunas aldeas de la provincia de Nakhon Phanom se piensa que la “viuda negra” es la que se lleva a los hombres y por tanto, que es la responsable de las cientos de muertes que enlutan a las familias desde hace décadas.

Es más, algunas personas que sobrevivieron al SUNDS aseguran que vieron al mortal espíritu en sueños. Allí, la “mujer”, según relatan, les pedía que la acompañen y si se negaban, a la fuerza las atraía hacia ella. Desde que esta versión se apoderó de los aldeanos hace más de 70 años, los varones empezaron a dormir llevando puestas falsas y blusas y con las uñas y labios pintados, es decir, disfrazados para engañar a la “viuda negra”, que visita las comunidades en busca de compañía masculina, de acuerdo al mito.




fuentes: www. brugada.org, national geographic

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